Banner lectura

¿Qué es un párrafo?

Observe atentamente el siguiente texto y responda las siguientes preguntas:

  • ¿Cómo está dividido el texto?
  • ¿Cuántos párrafos tiene el texto?
  • ¿Cómo podemos reconocer cada párrafo?

Introducción.

Quienes nos dedicamos al estudio de la religión y la teología en Latinoamérica nos vemos enfrentados al reto de aproximarnos a unos fenómenos que, en muchos espacios académicos, suelen identificarse como "conservadores" y "retardatarios". Según el "sentido común académico" aún dominante, estos fenómenos poco pueden aportar a la profundización de una democracia real más amplia.

Ahora bien, justamente cuando nos adentramos abiertamente en el estudio de los fenómenos religioso-teológicos, nos damos cuenta de su complejidad, riqueza y multidimensionalidad. Estas características, no obstante, solo se revelan si, como investigadores, asumimos una perspectiva teórica o metodológica apropiada o si la praxis misma nos fuerza a ver la multiplicidad de colores que posee aquello que anteriormente solo se nos presentaba en una tonalidad de grises.

En este sentido, por ejemplo, la historia latinoamericana de las religiones nos muestra que, en conjunto con el catolicismo, en Latinoamérica siempre ha existido una gran cantidad de manifestaciones religiosas sumamente plurales que no suelen ser tenidas en cuenta por algunas de las miradas académicas, lo que contribuye a disminuir aún más su relevancia social (Córdova 2014). De forma similar, la sociología latinoamericana de las religiones ha mostrado que incluso la idea de una Latinoamérica católica debe ser matizada a partir de la naturaleza ecléctica y diversa del llamado catolicismo popular (Parker 1993).

Con las glosas, los comentarios críticos y los ensayos de Hernando Téllez publicados en periódicos y en sus libros, jóvenes que hacia 1945 rondaban los veinte años aprendieron en Colombia a leer literatura. Hoy se sabe que entonces, cuando la República liberal tocaba a su fin, uno de esos jóvenes se llamaba Gabriel García Márquez, y algún otro Álvaro Mutis. Lo mismo vale para quienes hacia 1957, con una edad parecida, realizaron un aprendizaje paralelo. Libros de Téllez como Luces en el bosque (1946) y Literatura (1952), sus artículos, reseñas y notas aparecidos en diarios y revistas como Mito, estuvieron entre aquellos escritos que los llevaron a criticar y oponerse activamente a los personeros del poder institucionalizado.

¿Qué es un párrafo?

Sección 1: ¿Por qué los textos están estructurados por párrafos?

  • Posiblemente ha escuchado que la estructura de un texto se construye a partir de la introducción, el desarrollo y la conclusión. Cada una de estas partes debe estar conformada por uno o varios párrafos. Así, normalmente, se habla de párrafos de introducción, párrafos de desarrollo y párrafos de conclusión. ¿Y qué significa esto?
  • Imaginemos que debemos escribir un texto sobre el desplazamiento en Colombia. Para cumplir esta labor tendríamos que:
    • Introducir el tema: dar un contexto histórico y político.
    • Desarrollar este tema a partir de puntos como las causas, las formas de desplazamiento, principales afectados, consecuencias, etc.
    • Concluir el texto: resumir brevemente lo que se mencionó a lo largo del texto y ofrecer algún tipo de reflexión, si se quiere.
¿Podríamos desarrollar todos estos puntos en un solo bloque textual?
  • Se podría hacer, pero obtendríamos un texto bastante desordenado y el lector, posiblemente, perdería interés en leerlo.
  • Lo que podemos hacer, por el contrario, es escribir un párrafo por cada punto: un párrafo para la introducción, otro para la conclusión y varios párrafos para el desarrollo —porque debemos hablar de varias ideas en esta sección, por lo que seguramente necesitaremos más de un párrafo—.

Veamos un ejemplo:

  1. Lea el siguiente texto, teniendo en cuenta la estructura que mencionamos anteriormente: introducción, desarrollo y conclusión.
  2. Cada vez que lea un párrafo, intente definir si se trata de un párrafo de introducción, de desarrollo o de conclusión y pregúntese por qué, qué lo hace pensar en la opción escogida. Para esto, puede ayudarse con las ideas subrayadas en cada párrafo.
  3. Por último, haga clic en cada párrafo para ampliar la información de cada tipo de párrafo y confirmar si la opción que escogió es correcta.

A pesar de todo, a pesar de la habilidad con que el escritor introduzca en su texto una cita famosa, si ella no viene espontánea y naturalmente como derivación de su sentimiento, el artificio se adivina. Basta, para descubrir la superchería, un poco de experiencia intelectual. No se requiere mucha, sino más bien una cierta predisposición, un cierto olfato para percibir la falacia de que el escritor quiere servirse para sobrevalorar su propia creación, darle lustre y buen parentesco. A leguas, como se dice ordinariamente, se advierte el trabajo de embutido y de incrustación llevado a cabo por una necesidad externa de adorno y decoración y, desde luego, por la urgencia de aparentar una sabiduría o una erudición o un conocimiento o una información más honda o más extensa de la que se posee.

El párrafo con el que se introduce el texto nos presenta el tema del cual se hablará: el uso de citas artificiales en los textos. La primera oración del primer párrafo resume, además, el objetivo del artículo: defender que, cuando la cita no es producto de la espontaneidad, se torna un recurso artificial. A la afirmación que se quiere defender a lo largo de cualquier texto argumentativo la llamamos tesis.

En todas las literaturas ocurre algo semejante. Pero es más común y corriente el procedimiento señalado en las de escaso desarrollo y corta tradición, como son, por ejemplo, las literaturas hispanoamericanas. Es obvio que en este tipo de literaturas —por razones de diverso orden implícitas en el conjunto de circunstancias históricas que inciden en el hecho y lo condicionan y modelan— el fenómeno de la inautenticidad y la simulación de cultura sea mucho más frecuente que en las literaturas europeas. La inautenticidad del conocimiento se disimula, o trata de disimularse, con el artificio de las citas. De ahí que no resulte difícil adivinar por dónde y en qué momento está pasando por un texto el engañoso gato literario en cambio de la verídica liebre.

Este párrafo y los dos párrafos siguientes tienen como objetivo desarrollar la tesis que se presentó en el primer párrafo. Aquí se añade información que será útil para argumentar la tesis, como que se refiere, específicamente, a la literatura hispanoamericana.

Se pueden ofrecer unas pocas pistas. Cuando un escritor colombiano cita a Montaigne para repetir que el hombre es materia mutable, etc., se puede garantizar que no ha leído a Montaigne sino a Barba-Jacob, uno de cuyos poemas lleva como epígrafe, en español, la resabida frase; otra garantía igual del desconocimiento del autor si la cita de Goethe se refiere a la preferencia de la injusticia al desorden, y exactamente la misma ignorancia se puede avalar si de Ortega y Gasset se menciona, sin ningún rubor, su definición del yo y su circunstancia. Y de Pascal no habrá mejor indicio de que se lo desconoce si la cita es la de la caña pensante o la de los caminos que andan. Todas estas y muchas otras existen, convertidas en moneda de cobre, en calderilla verbal, en lugar común, desprendidas del respectivo contexto, caídas en la circulación vulgar y en el uso público, transformadas en bien mostrenco, famosas y desacreditadas como algunas mujeres.

En este párrafo, que también hace parte del desarrollo, el autor empieza a argumentar mediante ejemplos o “pistas” la tesis sobre la artificiosidad de las citas en la literatura hispanoamericana.

Pero hay más indicios. La Biblia es otro expediente para disimular miserias y poquedades intelectuales. Sin embargo, a primera vista se descubre al contrabandista del salmo, de la sentencia, del proverbio, de la profecía; a primera vista se transparenta el truco de quien, sin ninguna familiaridad con el libro sagrado, se sirve de él como de un diccionario de citas para buscar la que le conviene y colocarla en el pórtico de un libro o deslizarla en un artículo con la finalidad de que se crea que su trabajo es el fruto de una larga y profunda comunicación con la palabra de los profetas y los evangelistas. El ser o no ser de Shakespeare, el pienso, luego existo de Descartes, la pérdida de las cadenas para el proletariado de Marx y Engels, el opio de los pueblos de Lenin, el to the happy few de Stendhal, la mortalidad de las civilizaciones de Valéry, los buenos sentimientos y la mala literatura de Gide, la náusea de Sartre y el humanismo-rebeldía de Camus son otros terribles lugares comunes de que se valen el neófito, el iniciado y el simulador para dar el esquinazo literario, para tratar de no dejarse sorprender en flagrante delito de artimaña.

En este párrafo, que también hace parte del desarrollo, el autor sigue argumentando mediante ejemplos o “pistas” la tesis sobre la artificiosidad de las citas en la literatura hispanoamericana.

El pudor literario, la sana vergüenza intelectual que se requieren para no incurrir en la cita vulgarizada parece que es consecuencia de una honesta cultura. Una honesta cultura no agota, como a veces se supone, la totalidad del conocimiento, sino que deja libres e inexploradas muchas zonas. Pero el saber que ellas existen impide a quien tiene esa certidumbre escribir o hablar sobre lo que ignora. En estos países jóvenes, desordenados y vanidosos, lo que se acostumbra, literariamente hablando, es andar siempre a caza de citas para ahorrarse el trabajo de leer, completos, a los autores. Pura actitud de inmadurez. Literariamente, Hispanoamérica da, a veces, la impresión de una gran casa de citas en la que, desde hace un poco más de veinticinco años, los nombres de Joyce, Proust y Kafka sirven como grandes coartadas, como grandes máscaras para disimular —echando mano de los consabidos y ya impúdicos lugares comunes acuñados sobre la significación de sus obras— todo cuanto sobre esas mismas obras se ignora. La cita literaria, en estas latitudes del trópico, no puede aceptarse sino con beneficio de inventario.

El tiempo, 24 de julio de 1965

En este último párrafo, el autor retoma algunas ideas que había desarrollado en párrafos anteriores para darle un cierre a su texto, como aquella idea de la inmadurez de la literatura hispanoamericana. Cierra, además, con la tesis inicial, pero en otras palabras: el uso de las citas en la literatura hispanoamericana es tan artificial que solo puede entenderse como un “inventario”.

Como hemos visto hasta aquí, los párrafos nos permiten organizar el texto a partir del principio estructural de cualquier texto académico: introducción, desarrollo y conclusión. Cada párrafo contribuye al desarrollo de alguna de estas tres partes del texto. Además, cada párrafo en sí mismo desarrolla una idea principal que, sumada con las demás ideas principales del texto, construyen un texto académico coherente.

¿Por qué los textos están estructurados por párrafos?

Sección 2: estructura interna de los párrafos a partir de su tipología

  • Hemos visto cómo se estructura un texto a partir de párrafos de introducción, desarrollo y conclusión. Sin embargo, el párrafo en sí mismo debe tener una estructura que le permita al lector no solo comprender con facilidad su idea principal, sino también el objetivo que cumple en el desarrollo de todo el texto.
  • Volvamos a nuestra situación hipotética en la que debemos escribir un texto sobre el desplazamiento en Colombia. Recordemos que lo más recomendable es escribir un párrafo para cada sección (introducción y conclusión) y varios para el desarrollo.

¿Escribiría estos párrafos de la misma forma? ¿con la misma estructura?

  • Pues bien, cada párrafo responde a una idea principal y a una función u objetivo dentro del texto. Según su función y los procedimientos que usemos en cada párrafo, la estructura puede variar.
  • A continuación, exploraremos cómo estructurar diversos tipos de párrafos:
  1. Párrafo de introducción: su función es, principalmente, presentar el tema general del texto, el propósito y la tesis o hipótesis —si corresponde—.
  • Lea atentamente el siguiente ejemplo de un párrafo de introducción. Intente ubicar la idea principal.
  • Al pasar el cursor sobre los fragmentos resaltados en color azul podrá ampliar información sobre la estructura y características del párrafo.

En cuanto a recursos hídricos renovablesDesde la primera oración, el autor menciona el tema general del cual tratará su texto. per cápita, Colombia ocupa el puesto 20 en el mundo y, por tanto, es uno de los países con mayor producción de este recurso. En medio de esta percepción de abundancia se encuentra la provincia del Guavio, zona de páramoAdemás, menciona el contexto geográfico en el cual se sitúa su investigación: Guavio, Colombia., que produce el agua para abastecer alrededor del 50 % de los más de 8 millones de habitantes de Bogotá (Cámara de Comercio de Bogotá, 2010). Sin embargoEl conector nos advierte que, contrario al panorama positivo que el autor nos presenta en las primeras oraciones, viene algo negativo: el problema. , sus acueductos presentan serias deficiencias en la gestión del recurso. De acuerdo con los escenarios de cambio climático que ha construido el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales – IDEAM, se considera que hacia 2050 el 60 % de los páramos en Colombia habrán desaparecido (Posada, 2007). Esto señala la importancia de entender cómo la gestión va más allá de la distribución o la disponibilidad, para concentrarse en el aspecto cultural de consumo racional, tanto en épocas de abundancia como de escasez, dentro de un enfoque de gestión comunitaria del recurso hídricoPor último, la oración final contiene la tesis del autor, aquello que defenderá a lo largo de su texto. Esta tesis se constituye como la idea principal del párrafo..

Fragmento extraído de Ramírez Cajiao et al. (2019, p. 77).

Por la disposición de la información en este tipo de párrafos, suele recomendarse una estructura de lo general (el tema) a lo particular (la tesis o hipótesis, si aplica). En ese sentido, la idea principal suele ubicarse al final del párrafo.

2. Párrafos de desarrollo: su función es ampliar el tema principal del texto y, en los casos en los que se propone una tesis, su función será defenderla. Cada párrafo de desarrollo elabora una idea principal. Por eso, en este tipo de párrafos suelen utilizarse múltiples procedimientos.

  • 2.1 Párrafo explicativo: en ocasiones necesitaremos definir o ampliar algunos conceptos necesarios para el desarrollo del tema principal.
    • Lea atentamente el siguiente ejemplo de un párrafo explicativo. Intente ubicar la idea principal.
    • Al pasar el cursor sobre los fragmentos resaltados en color azul podrá ampliar información sobre la estructura y características del párrafo.

Para la OMS (2015)Suelen usarse fuentes externas para especificar la forma en la que se usará el concepto. , la pérdida de audiciónComúnmente, la primera oración presenta el concepto que quiere definirse o ampliarse. En este caso, el autor ha señalado con cursiva el concepto clave.

Dado que el objetivo del párrafo es definir o ampliar un concepto, la idea principal de este tipo de párrafos corresponde a la definición general que usará el autor en su investigación.
se define como la incapacidad de oír o cuando la disminución en la audición supera los 25 dB. La pérdida de audición se clasifica en leve, moderada, severa y profunda, afecta a uno o ambos oídos, y provoca dificultades para escuchar una conversación o sonidos fuertes. De igual formaLos conectores discursivos de adición como “de igual forma” o “adicionalmente” son usuales en este tipo de párrafos, pues permiten comunicarle al lector que lo que sigue será una ampliación de ese concepto inicial., la American Speech-Language-Hearing Association se refiere a la pérdida de audición según tres aspectos: tipo de pérdida, grado de intensidad y configuración de la pérdida de audición. Según el grado de intensidad de la pérdida de audición, la clasifica en: normal, –10 a 15 (dB); ligera, de 16 a 25 (dB); leve, de 26 a 40 (dB); moderada, de 41 a 55(dB); moderadamente severa, de 56 a 70 (dB); severa, de 71 a 90 (dB), y profunda, más de 91 (dB).

Fragmento extraído de Díaz-Franco et al. (2021, pp. 2-3).

La idea principal de este tipo de párrafos suele ubicarse al principio, momento en el que se menciona el concepto que se quiere explicar.

  • 2.2 Párrafo argumentativo: el objetivo de este tipo de párrafos es sustentar la tesis que se haya planteado al inicio del texto a partir de ejemplos, evidencias y razones.
    • Lea atentamente el siguiente ejemplo de un párrafo argumentativo. Intente ubicar la idea principal.
    • Al pasar el cursor sobre los fragmentos resaltados en color azul podrá ampliar información sobre la estructura y características del párrafo.

La investigación experimental ha mostrado que el uso de imágenes como una forma de transmitir información a los votantes es importante para el proceso de toma de decisiones.Esta oración corresponde a la afirmación que se pretende sustentar a través del párrafo. La tesis del texto, seguramente, está relacionada con esta afirmación.

Al ser la afirmación que quiere sustentarse, la idea principal del párrafo se encuentra en esta primera oración. Así mismo, esta idea corresponde a la conclusión del argumento. A lo largo del párrafo, esta afirmación se defenderá mediante un conjunto de premisas.
 Brader, Valentino y Suhay (2008)El objetivo de este tipo de párrafos es demostrar la veracidad de la afirmación que se hace en un comienzo. Así, en este caso particular, el autor se basa en otras investigaciones que han mostrado conclusiones similares a la que se presenta en la primera oración. Cada una de estas investigaciones constituye una premisa en el argumento del autor. Recuerde que, en un argumento, las premisas son el conjunto de razones que sustentan una conclusión., por ejemplo, afirman que las señales respecto del origen étnico de inmigrantes condicionan las respuestas emocionales a la inmigración. Aguilar, Cunow y Desposato (2015), por otro lado, miden la brecha de género en el apoyo a los candidatos utilizando un voto hipotético que variaba aleatoriamente el género del candidato. Ellos indican que existe un sesgo profemenino entre los encuestados brasileños. Berinsky, Chatfield y Lenz (2019) informan de dos experimentos que miden el efecto del dominio facial en el voto. Encuentran que, en contextos de guerra, los votantes prefieren un líder de apariencia más dominante, mientras que lo contrario es cierto en contextos de paz. Stiers y Hooghe (2020), finalmente, muestran que el uso de imágenes para evaluar el conocimiento político reduce el efecto de la edad: la brecha entre los encuestados mayores y los más jóvenes en el conocimiento político se reduce cuando se usa información visual.

Fragmento extraído de Segovia (2021, p. 9).

La idea principal en este tipo de párrafos suele ubicarse al principio o al final. La posición depende del orden en el que se desarrolle el argumento. Recordemos que, sin importar el tipo de argumento que desarrollemos, debemos construirlo a partir de premisas y una conclusión. La conclusión —la idea principal del párrafo— podrá ir entonces al principio o al final.

  • 2.3 Párrafo comparativo: el objetivo de este tipo de párrafos es presentar similitudes o contrastes entre dos o más elementos.
    • Lea atentamente el siguiente ejemplo de un párrafo comparativo. Intente ubicar la idea principal.
    • Al pasar el cursor sobre los fragmentos resaltados en color azul podrá ampliar información sobre la estructura y características del párrafo.

Alejandra Pizarnik y Sylvia PlathAl comienzo del párrafo suelen ubicarse los elementos que serán comparados. En este caso son dos escritoras. nacen en los años treinta, en polos opuestos del continente americano: Avellaneda y BostonEste párrafo presenta similitudes entre las dos autoras, pero también algunas diferencias, como su lugar de origen. . Sus vidas transcurren sin llegar nunca a cruzarse, aunque ambas fueron becarias Guggenheim, pasaron temporadas en geografías cercanas y eran figuras reconocidas en el ámbito literario internacional. Más allá de una sutil línea genealógica, estas mujeres compartieron contextos históricos, sociales y culturales que indudablemente dejaron huella en su obra poética. En este tenor, no es coincidencia, ni hecho atribuible a una suerte de universalismo poético, que compartan lecturas, registros, tópicos, intereses temáticos o estéticos, y hasta experiencias vitales.Comúnmente, los párrafos comparativos tienen como objetivo sustentar, a través de la comparación, una idea. Esa idea es la idea principal del párrafo y los criterios de comparación son las ideas secundarias.

En este caso particular, el autor del texto quiere argumentar que, sin importar las diferencias señaladas en la comparación, estas dos autoras comparten distintos aspectos.

Fragmento extraído de Ferrero (2021, p. 200).

Como en el párrafo argumentativo, el orden de las ideas en el párrafo comparativo es variable. La idea principal podrá ir al inicio o al final del párrafo. Lo importante es que señale el objetivo de la comparación que se llevará a cabo o presente los elementos y criterios de la comparación.

  • Hay otros tipos de párrafos de desarrollo y párrafos en los que suceden varios procedimientos al tiempo (se hace una comparación para aclarar un concepto, por ejemplo). Sin embargo, aquí se presentan los más comunes en textos académicos. Puede ampliar la información sobre los tipos de párrafos en el recurso LEO sobre tipos de párrafos.

3. Párrafo de cierre: su función es presentar las conclusiones del texto. Es común presentar un resumen de las ideas principales de todo el texto (presentar en un solo párrafo las ideas principales de los demás párrafos) y dejar la discusión abierta a aspectos que no se hayan desarrollado.

    • Lea atentamente el siguiente ejemplo de un párrafo de cierre. Intente ubicar la idea principal.
    • Al pasar el cursor sobre los fragmentos resaltados en color azul podrá ampliar información sobre la estructura y características del párrafo.

En conclusiónEste tipo de párrafos suelen iniciar con un conector que remarque el final del texto., existe evidencia suficiente para considerar el potencial de las hojas de yuca como una fuente nutricional alternativaLa primera oración nos presenta la afirmación de la hipótesis que el autor se había planteado al inicio de su texto. siempre y cuando se logren superar varios de los obstáculos mencionadosLos obstáculos que resume el autor a continuación están relacionados con el desarrollo del texto y los datos que se obtuvieron. en este trabajo: generar conocimiento sobre las bases genéticas asociadas con la acumulación de micronutrientes, identificar y desarrollar las variedades adecuadas (alto valor nutricional y bajos valores de compuestos cianógenos) e identificar un método de cocción adecuado que permita la eliminación de compuestos cianógenos sin perder las cualidades nutricionales. Este trabajo debe estar acompañado de iniciativas y campañas pedagógicas, educativas y publicitarias que permitan la mejor y adecuada adopción de este subproducto de la yucaPor último, se señala el alcance que tuvo la investigación para el campo estudiado y aquello que puede ampliarse en futuras investigaciones..

 Fragmento extraído de Díaz y López (2021, p. 242).

Aunque este tipo de párrafos recoge las ideas principales de todo el texto, normalmente la idea principal es la reafirmación de la tesis o la hipótesis que se planteó el autor al inicio del texto. Esta idea principal suele estar al comienzo del párrafo o al final.

Estructura interna de los párrafos

Sección 3: características de los párrafos

  • A partir del siguiente ejemplo, revisaremos algunas características fundamentales de cualquier párrafo.
  • Lea atentamente los siguientes párrafos. Identifique la idea principal en cada uno de ellos.
  • Responda, además, las siguientes preguntas: ¿cómo se relacionan las oraciones entre sí? ¿Cómo se relaciona cada uno de los párrafos? ¿Encuentra conectores discursivos o expresiones de enlace que den cuenta de estas relaciones? ¿Cuáles?
  • Para ampliar la información sobre las preguntas anteriores, pase el cursor a través de los fragmentos resaltados en color azul.

En términos de concepción del lenguaje, la idea actual de centros y programas de escritura es notoriamente distinta a la de sus orígenesLa idea principal de este párrafo la constituye la primera oración. Es común -y aconsejable- que la idea principal sea una sola oración. Por eso, al finalizar la idea principal encontramos un punto seguido.

Esta idea principal nos sitúa, además, en el tema del texto: los centros y programas de escritura.
. En aquellosFíjese en los marcadores textuales que, sin repetir las mismas palabras, nos indican que se sigue hablando de lo mismo que en la oración anterior. En este caso puntual, la palabra “aquellos” refiere a los centros de escritura. que se podrían identificar como los primeros centros de escritura, la manera de abordar el lenguaje redundaba en métodos complementarios de enseñanzaLa idea principal nos señala el cambio que se ha dado en la concepción del lenguaje de los centros de escritura. Entonces, esta idea secundaria tiene como objetivo ampliar cuál era esa concepción anterior.; como bien lo señala Elizabeth H. Boquet, “el laboratorio de escritura de principios del siglo XX fue concebido no como un lugar sino como un método de instrucción” (1999, p. 466, traducción propia). Tales métodosEsta nueva oración sigue hablando de los centros de escritura del pasado. El autor del texto señala esta conexión con la expresión “tales métodos”: los del pasado, que se mencionaron en la oración anterior.

Este tipo de expresiones permiten darle cohesión al párrafo. La cohesión se refiere a la capacidad que tienen las oraciones de relacionarse entre sí, es decir, que cada oración se comunique lógicamente con las demás.

Tenemos distintas herramientas para darle cohesión a un párrafo. Por ejemplo, el autor de este texto usa expresiones que refieren a elementos que aparecían en la oración anterior, como “aquellos” y “tales”. También podemos usar conectores discursivos. En ocasiones, basta con una puntuación adecuada para que nuestro párrafo tenga cohesión.
se habían concebido para estudiantes con dificultades en asuntos formales, como gramática (Waller, 2002), lo que distaCon este verbo se nos indica la comparación que quiere establecer el autor entre la concepción de estos centros en el pasado y la de ahora, refiriéndose nuevamente a la idea principal. Aquí, aunque el autor esté dejando de lado los centros del pasado y volviendo a los centros de escritura de la actualidad, nos lo está indicando con este verbo. Este mecanismo también hace parte de la cohesión del texto. de la actual aproximación de los centros y programas de escritura al carácter situado del lenguaje, que toma en consideración el desarrollo de las habilidades comunicativas como herramienta clave para el desempeño dentro de comunidades discursivas. En sumaA este tipo de conectores se les conoce como conectores de cierre, pues señalan el fin del párrafo y, además, recapitulan lo que se ha dicho hasta el momento. , estos espacios han evolucionado conforme las nociones sobre la enseñanza de la lengua han mudadoEn este primer párrafo todas las oraciones giran alrededor de un mismo tema: los centros y programas de escritura. A esa característica la llamamos unidad..

P¿Qué pasaría si en este segundo párrafo el autor empezara a hablar de comida, por ejemplo? Seguramente nos sorprenderíamos y nos preguntaríamos si seguimos leyendo el mismo texto.

La unidad también aplica a todos los párrafos que conformen el texto: deben girar en torno a un mismo tema.
aralelo a este progresivo cambioEl segundo párrafo comienza con este conector discursivo que nos indica continuidad respecto al tema anterior. El autor nos indica que, además de los cambios de los que nos habló en el primer párrafo, hay algo más que desarrollará en este.

Este fragmento del texto traza una relación entre el primer párrafo y el segundo. A esta relación la llamamos coherencia: así como las oraciones deben estar relacionadas entre sí, los párrafos también deben estarlo. Para establecer esas relaciones también podemos usar los conectores discursivos.
, el modelo de centros y programas de escritura se ha replicado en diferentes lugares del mundo, donde han sido adecuados a los paradigmas del momento y las necesidades culturalesNuevamente la idea principal la encontramos en la primera oración del párrafo. El autor sigue hablando de los centros y programas de escritura, solo que ahora a un nivel de extensión a lo largo del mundo. El autor hace, además, una especificación del lugar que le interesa: Latinoamérica.. Latinoamérica no ha sido la excepción. Las últimas décadas han sido testigo de un creciente interés por el estudio de las prácticas de lectura y escritura dentro del ejercicio de las instituciones de educación superior (en adelante, IES) de la regiónAquí también nos encontramos con expresiones que refieren a elementos de las oraciones anteriores. Aquí, por ejemplo, el autor escribe “región” para referirse a Latinoamérica, mencionada en la oración anterior. Así sabemos que estas oraciones están relacionadas entre sí y que el párrafo tiene cohesión. (Navarro, Ávila-Reyes, Tapia-Ladino, Cristovão, Moritz, Narváez-Cardona & Bazerman, 2016). ElloEsta palabra “ello” se refiere al creciente interés que el autor mencionaba en la oración anterior. ha generado, a su vezEncontramos aquí un conector discursivo de continuidad que nos permite establecer la relación entre oraciones. Como puede notarse, los conectores discursivos también nos permiten darle cohesión al párrafo., un aumento de iniciativas institucionales de promoción de la alfabetización académica (Bazerman & Moritz, 2016; Natale, 2013), en el entendido de este término como equivalente a “ayudar a participar en prácticas discursivas contextualizadas, lo cual es distinto de hacer ejercitar habilidades que las fragmentan y desvirtúan” (Carlino, 2013, p. 370). En otros términosEsta última oración tiene como objetivo decir en otras palabras lo que contiene la cita de la oración anterior. Así, esta expresión nos permite entender la relación entre estas dos oraciones., desde la alfabetización académica se propende a enseñar el lenguaje desde una perspectiva situada, y no desde una concepción formal de este.

 Fragmento extraído de Calle-Arango (2020, p. 78).

A partir del ejemplo anterior, podemos decir, entonces, que todos los párrafos deben tener:

  • Unidad: los párrafos deben desarrollarse alrededor de un único tema.
  • Coherencia: cada párrafo del texto debe estar relacionado con el otro, a través de expresiones que refieran a elementos del párrafo anterior y siguiente o de conectores discursivos.
  • Cohesión: cada oración dentro del párrafo debe estar relacionada con las demás. Podemos darle cohesión a un párrafo a través de expresiones que refieran a elementos de la oración anterior, conectores discursivos y una adecuada puntuación.
Características de los párrafos

Sección 4: ¿Cómo construir un párrafo?

En este punto, es probable que usted tenga claridad respecto a cómo hacer sus propios párrafos. Sin embargo, le dejamos algunas recomendaciones que pueden guiarlo en el proceso de planeación y escritura de sus párrafos.

Planeación
  1. Recuerde que los párrafos deben tener unidad temática. Por tanto, es importante que defina claramente el tema sobre el cual debe escribir.
  2. Antes de empezar a escribir, le aconsejamos planear cuántos párrafos cree que puede necesitar. Por ejemplo, usted puede planear que hará un texto de cinco párrafos: uno para introducir, tres de desarrollo y uno para concluir. Por supuesto, esto puede variar en el desarrollo.
  3. Defina qué objetivo cumplirá cada uno de sus párrafos de desarrollo: argumentar, comparar, definir, explicar, etc. Puede consultar más información al respecto en el recurso Tipos de párrafos.
  4. Recuerde que, dependiendo del tipo de párrafo, la estructura puede variar. Por tanto, antes de escribir le aconsejamos determinar cuál va a ser la idea principal de cada párrafo y en qué lugar será ubicada. Es recomendable, en un primer momento, escribir las ideas, mas no las oraciones. Puede ser de ayuda intentar pensar en un título para cada párrafo: este título resumirá la idea principal.
  5. Una vez definida la idea principal de cada párrafo, considere nuevamente el orden de los párrafos: ¿sí sigue un orden lógico?, ¿es conveniente cambiar el orden?
  6. Si ya estableció el orden final de los párrafos, piense cómo puede conectar cada párrafo entre sí (coherencia), con qué tipo de expresiones o conectores discursivos. Por ejemplo, si la relación es de continuidad (el párrafo siguiente seguirá desarrollando la misma idea del anterior), puede usar conectores como “además”, “así mismo”, “igualmente”, etc. Por el contrario, si la relación es de oposición (el segundo párrafo desarrollará una idea contraria a la que se mencionó en el primer párrafo), puede usar conectores como “no obstante”, “sin embargo”, “ahora bien”, etc. Puede consultar más información al respecto en la Guía de conectores discursivos
  7. Defina ahora cuáles serán las ideas secundarias en cada párrafo. Nuevamente, se recomienda escribir las ideas en el esquema y no pensar en la escritura todavía.
  8. Establezca, ahora, cómo relacionará las distintas ideas dentro del párrafo (cohesión). Recuerde que para esto puede usar expresiones que remitan a elementos mencionados anteriormente. También puede usar conectores discursivos o puede pensar en cuál sería la puntuación más adecuada para establecer las relaciones entre las distintas ideas.
Escritura
  1. Tener el esquema con los elementos mencionados hasta aquí le ayudará a producir un texto ordenado, con párrafos estructurados. Seguramente, a partir de este esquema la escritura del texto resultará más sencilla.
  2. Para empezar a escribir, le aconsejamos transformar los títulos que resumían las ideas principales de cada párrafo en una oración. Le recomendamos consultar el recurso sobre la oración.
  3. Así mismo, transforme las ideas secundarias en oraciones.
  4. Por último, añada los conectores o las expresiones que consideró para mantener la cohesión y la coherencia entre párrafos.

Como puede notar, el secreto de un buen párrafo está en su planeación. Una vez se cuenta con el plan de texto, la escritura fluye.

Para un mejor resultado, una vez termine de escribir sus párrafos, léalos detenidamente —o pídale a alguien que los lea por usted—. De esta manera, podrá revisar y editar detalles que se hayan pasado por alto.

¿Cómo construir un párrafo?

Conclusión

En resumen, cualquier texto académico está construido a partir de párrafos, bloques de oraciones que inician en mayúscula y terminan en un punto aparte. Todos los textos académicos, además, deben tener unidad temática y cada párrafo debe contribuir a este único tema. Cada párrafo se estructura a partir de una idea principal, que puede escribirse en una oración, e ideas secundarias que desarrollan dicha idea principal.

Por otro lado, encontramos párrafos de introducción, desarrollo y conclusión, principio estructural de cualquier texto académico. Sin embargo, existen distintos tipos de párrafos, dependiendo el objetivo o la función que cumplan dentro del texto, como los comparativos, argumentativos o explicativos. Eso sí, sin importar el tipo, es importante que cada párrafo cumpla con las características vistas aquí: unidad temática, coherencia y cohesión. No podemos olvidar, entonces, las expresiones de enlace, los conectores discursivos y la correcta puntuación, así como la importancia de planear las ideas y la estructura de los párrafos antes de escribirlos.

Recordemos, por último, que la base de los textos académicos está en la construcción adecuada de oraciones y de párrafos. Podemos tener muy buenas ideas en nuestra mente para el desarrollo de nuestros textos, pero si estas ideas no se organizan adecuadamente, no podremos comunicarlas con claridad.

Conclusión

Referencias

  • Aguirre, J. (2021). Religiones, teologías y colonialidad: hacia la decolonización de los estudios académicos de las religiones y las teologías. Revista de Estudios Sociales, 77, 76-92. https://doi.org/10.7440/res77.2021.05
  • Calle-Arango, L. (2020). Centros y programas de escritura en las IES colombianas. Magis, Revista Internacional de Investigación en Educación, 12(25), 77-92. https://doi.org/10.11144/Javeriana.m12-25.cpei
  • Díaz-Franco, M. V., Fernández Gutiérrez, J. J., & Carmona López, M. I. (2021). Pérdida auditiva y consumo de alcohol en mujeres entre 20 y 40 años de edad, en la comuna de Temuco, Chile. Revista Facultad Nacional de Salud Pública, 39(2), 1-9. https://doi.org/10.17533/udea.rfnsp.e337052
  • Diaz Tatis, P., & López Carrascal, C. E. (2021). Yuca: pan y carne, una alternativa potencial para hacer frente al hambre oculta. Acta Biológica Colombiana, 26(2), 235-246. https://doi.org/10.15446/abc.v26n2.84569
  • Ferrero, I. (2021). Las diosas saben crear: Alejandra Pizarnik y Sylvia Plath. 452ºF. Revista de Teoría de la literatura y Literatura Comparada, 24, 198-215. https://doi.org/10.1344/452f.2021.24.13
  • Ramírez Cajiao, M. C., Espinosa Díaz, E. E., Cárdenas Campo, J. C., Payán Durán, L. F., Peralta Mejía, M., Gámez Rodríguez, F. A., & Torres Puentes, A. F. (2020). Co-diseño, comunidades rurales y universidad: la liga del agua, una apuesta a la gestión comunitaria del recurso hídrico. Revista de Ingeniería, (49), 76-83. https://doi.org/10.16924/revinge.49.10 
  • Rincón, C. (2016). Prolegomena. En Hernando Téllez. Crítica literaria I (pp. 13-69). Instituto Caro y Cuervo.
  • Segovia, C. (2021). Decidiendo por quién votar. Evidencia experimental del efecto de las emociones en el voto. Colombia Internacional, 107, 3-28. https://doi.org/10.7440/colombiaint107.2021.01
  • Téllez, H. (2016). Citas. En Crítica literaria III (pp. 288-290). Instituto Caro y Cuervo.
Referencias

Bibliografía


Nota

Este recurso pedagógico le pertenece a la Universidad de los Andes y está protegido por derechos de autor. Así mismo, el recurso se encuentra amparado bajo la licencia de Atribución - No comercial - Sin derivar de Creative Commons.

Creative Common

Bajo los términos de esta licencia, se permite descargar este recurso y compartirlo con otras personas, siempre y cuando se reconozca su autoría. No obstante, la licencia impide modificar este material y prohíbe utilizarlo con fines comerciales. Para reconocer la autoría de este recurso, le recomendamos citarlo y referenciarlo según las normas del formato que rija su disciplina o su publicación.

Bibliografía
Centro de Español Uniandes | Conecta-TE, Centro de Innovación en Tecnología y Educación
Universidad de los Andes | Vigilada Mineducación
Reconocimiento como Universidad: Decreto 1297 del 30 de mayo de 1964.
Reconocimiento personería jurídica: Resolución 28 del 23 de febrero de 1949 Minjusticia.

Cra 1 Nº 18A- 12
Bogotá, (Colombia)
Código postal: 111711
Tels: +571 3394949
+571 3394999