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Recurso elaborado por María Angélica Salazar Rodríguez y Muriel Laurent
Es usual pensar que los historiadores trabajan con el pasado y por esa razón deben acudir a fuentes del pasado para lograr comprender qué pasó. Por esta razón, uno de los supuestos de la disciplina histórica es: “Captar una época histórica determinada en el plano mismo de sus coordenadas históricas, evitando trasladar a una sociedad formas sociales y culturales que le hayan sido ajenas […]” (Silva, 2009, p. 279). El objetivo principal de este documento es brindarle herramientas básicas que le ayudarán a tener una idea general de cómo acercarse al pasado a través de la lectura crítica de las fuentes primarias. Vale la pena asegurar que el trabajo del historiador no solo se ubica en el pasado, sino también en el presente; así que conocer cómo hacer análisis de fuentes primarias, le puede ayudar a comprender de una manera crítica textos publicitarios, discursos políticos, noticias, entre otros, tanto del pasado como del presente.
Este documento se encuentra compuesto por tres partes que se complementan entre sí. En la primera, se explicará cómo comprender una fuente primaria a partir de una serie de preguntas básicas; la segunda expondrá los errores más frecuentes con el fin de evitar que se cometan; la tercera mostrará bibliografía recomendada para ahondar en el tema.
Una fuente primaria puede definirse como el material, el objeto, los registros orales, audiovisuales o escritos, oficiales o no oficiales, producidos en la época de estudio (Wewers, 2007). Algunos ejemplos de fuentes primarias pueden ser discursos, fotografías, cartas, entrevistas, prensa, entre otros. Cabe aclarar que hay muchas maneras de realizar este ejercicio de análisis; la presente guía propone una de esas formas, la cual debe ser considerada como una guía básica de análisis de fuentes primarias. Realizar este tipo de análisis implica comprender cómo pensaban y qué representación tenían las personas en el pasado. Por esta razón, es un trabajo que le ayudará a desarrollar habilidades de pensamiento crítico, creativo y analítico.
En un primer momento, para analizar una fuente primaria, debe acercarse a la materialidad, al autor que la produce, a su contexto de producción y a la información que entrega el documento, registro audiovisual u objeto que desea analizar. A continuación, encontrará una serie de preguntas que le ayudarán a realizar este paso.
Una de las principales preguntas que se debe hacer antes de empezar a comprender lo que la fuente está diciendo es su tipología. Comprender lo anterior le ayudará a identificar información relevante para el análisis de la fuente. Tenga en cuenta que estudiar un discurso pronunciado en una plaza pública no es lo mismo que acercarse a una fotografía o a un poema; el primero busca convencer, mientras que la fotografía registrar un momento específico sin el objetivo explícito de persuadir. Debido a lo anterior, esta es la primera pregunta que debe guiar su análisis.
En segundo lugar, revise cuál fue la fecha y el lugar de elaboración de la fuente para ubicarla temporalmente. Ahora bien, tenga en cuenta que posiblemente esta información difiere de la publicación de la fuente; por ejemplo, un periódico bogotano en el 2017 puede publicar una carta escrita por un soldado durante su participación la Guerra de Corea. Debido a lo anterior, es importante identificar estos dos elementos y revisar si son diferentes, ya que le ayudará a evitar anacronismos, error que se explicará en la segunda parte de esta guía. Así, identificar la fecha y lugar de elaboración y publicación le permitirá saber cómo debe contextualizar su fuente.
En este punto también es importante que piense la utilidad que tiene la fuente primaria. ¿Por qué fue producida esta fuente? Piense que, en general, los registros históricos cumplen una función, sin importar que sean oficiales o no oficiales. Es importante que reflexione acerca de la utilidad que tiene dicha fuente; por ejemplo, los registros de aduanas son fuentes escritas oficiales cuyo beneficio radica en que permite conocer con qué países o naciones se comercializaba en una época específica o identificar qué mercancías entraban o salían del país. Vale la pena mencionar que no todas las fuentes primarias pueden cumplir un papel importante en la investigación histórica. Así, por ejemplo, si usted desea comprender las relaciones comerciales entre Colombia y Reino Unido entre 1900 y 1950, los registros de aduanas son una fuente importante en su pesquisa; no obstante, un reporte del Ministerio de Obras sobre la construcción del alcantarillado no será funcional para su investigación. Entonces, determine la utilidad de una fuente primaria no solo en términos de por qué fue producida, sino también en función del ejercicio de indagación que está llevando a cabo.
Preguntarse por la autoría de la fuente primaria es uno de los cuestionamientos más importantes que debe hacer. En este punto no debe realizar un recuento bibliográfico de la persona, institución u organización que produjo la fuente; lo más importante es pensar qué eventos y características personales afectan de manera considerable a la fuente, así como las motivaciones que llevaron al autor a producirla. Por ejemplo, si está enfrentándose a una caricatura política debe cuestionar la tendencia política del autor, qué eventos de su cotidianidad se ven reflejados en la fuente y por qué la hizo. Ahora bien, tenga en cuenta que ciertas fuentes no tienen autor o autores específicos. Por ejemplo, los testamentos coloniales son redactados por un escribano que dispone de la información que el testante ofrece. Sin embargo, no importa si la fuente no tiene autoría, lo más importante es conocer quién produce la fuente. Así, la firma no es determinante para el análisis de fuente. Tenga en cuenta que a partir de un conocimiento de la fecha, el lugar de publicación y la información que ofrece la fuente usted puede inferir quién la produjo.
Para realizar una adecuada contextualización de la fuente primaria indague qué eventos, ideas o condiciones de la época de producción de la fuente le ayudan a entenderla a nivel temporal y espacial; entonces ubique la fuente a nivel regional, nacional, internacional y de época de producción. Tenga en cuenta que no debe hacer un listado de los eventos que pasaron en el año de producción de la fuente. Todo lo contrario, se espera que usted comprenda los principales procesos históricos que le permitirán entender lo que la fuente le está diciendo. Así, por ejemplo, si está analizando la “Oración por la paz”, discurso realizado por Jorge Eliécer Gaitán en 1948, es vital contextualizar este registro desde la violencia entre liberales y conservadores a mediados del siglo XX. Un evento internacional de este año fue el asesinato de Mahatma Gandhi; sin embargo, este acontecimiento no tiene relación alguna con el discurso de Gaitán, por lo que no es relevante para su análisis. Así, el contexto depende de cuándo y dónde se produce o publica la fuente primaria.
Comprender la información que la fuente primaria le está otorgando es uno de los elementos más importantes para analizarla. Es relevante que usted, en un primer momento, tome los datos que le está dando la fuente primaria de manera literal. En un segundo momento, se espera que contextualice esta información, es decir que la compare y contraste con otras fuentes primarias o textos académicos. A continuación, se brinda una serie de preguntas básicas que le ayudarán a identificar los principales elementos de una fuente primaria:
Ahora bien, es importante que en este paso identifique también qué personajes, conceptos o información no comprendió de la fuente. Se espera que usted compare y contraste con libros o artículos académicos, diccionarios o con otras fuentes primarias. Lo más importante es no quedarse con vacíos o dudas. Lo anterior es un elemento importante que le permitirá a usted no realizar sobreinterpretaciones, anacronismos o juicios de valor; estos errores serán explicados más adelante.
Al terminar de analizar la fuente primaria, es importante que usted dedique un párrafo final en el que tenga en cuenta los elementos analizados anteriormente. Por ejemplo, en este espacio final puede incluir la valoración que usted hizo de la fuente primaria. Volvamos al ejemplo del discurso de Gaitán, en su párrafo de conclusión podría incluir información sobre el vocabulario que usaba este personaje para lograr una alta movilización de personas durante los primeros años de siglo XX. Otro elemento que le puede ayudar a escribir este párrafo de conclusión es analizar para qué tipo de investigación sirve, por ejemplo, el ya mencionado discurso de Gaitán.
Para Renán Silva (2009) el anacronismo es: “Esa tendencia a universalizar ciertas formas sociales del presente, proyectándolas en el pasado” (p. 279). Se podría asegurar, entonces, que un adecuado análisis de fuentes primarias no solo depende de comprender de qué habla la fuente o conocer el autor, sino también del conocimiento de la sociedad que la produce; lo anterior permite comprender el mensaje o lo que la fuente quiere dar a explicar. Para Silva (2009) el conocimiento del tiempo, el espacio y el lenguaje es fundamental para evitar los anacronismos; por esta razón, es vital contrastar los elementos más importantes de la fuente primaria con el contexto de producción. Para esto, se recomienda revisar los autores más importantes que han estudiado la época de elaboración de la fuente. Tome el siguiente ejemplo. La siguiente cita textual es de un discurso dado por el político conservador Laureano Gómez (1889-1965) en una serie de conferencias, en los años 20, del siglo XX, en las que planteaba las principales dificultades que tenía Colombia para llegar al progreso:
Al revisar con cuidado la cita, Gómez hizo uso de un sinnúmero de adjetivos para describir a los indígenas del país, como bárbaros, por ejemplo. Si ubicamos estas ideas en la actualidad, se pensaría que este político está realizando un discurso que atenta contra los preceptos de nación multicultural y que podría ser racista. Sin embargo, si se revisa el contexto de producción de la fuente, es decir 1928, se encontrará que, por un lado, la idea de nación multicultural no existía, pues esta nació con la Constitución de 1991; y por el otro, usar adjetivos como “bárbaros” o “salvajes” para describir a las poblaciones indígenas no era considerado políticamente incorrecto. Lo anterior, es una lectura rápida e inicial que se puede hacer del discurso de Gómez, más no profunda, por lo que es insuficiente para hacer un adecuado análisis del pensamiento político de este personaje. Entonces, al vislumbrar el tiempo, al espacio y el lenguaje, en palabras de Silva (2009), usted logrará comprender de una manera más clara el discurso de Laureano Gómez.
Uno de los errores más comunes que se comete cuando se analiza una fuente primaria es realizar generalizaciones. Usualmente se parte del hecho de que la fuente está hablando no de una situación específica, o de grupo social, sino que hace referencia a un todo. Tomando como ejemplo el anterior discurso de Gómez (1928), sería un error pensar que todos los políticos conservadores concebían de la misma manera a los indígenas. Es importante reconocer que la fuente expresa las ideas de quien la produce; esto sin importar que haya sido publicada en un medio de gran difusión, como por ejemplo la prensa. Por esta razón, evite siempre hacer generalizaciones a partir de una fuente primaria.
Este error común se da cuando usted le asigna a la fuente ideas o preceptos que no se están proponiendo. Una vez más volvamos al texto de Gómez. Para este político existía una relación directa entre barbarie y las comunidades indígenas de la década de los años 20. Una sobreinterpretación de esta fuente sería proponer que, ya que para él los indígenas son salvajes, Gómez abogaba por una destrucción total de estos grupos sociales. La anterior cita no propone lo siguiente y por ende no se puede llegar a esta conclusión, debido a que no es posible rastrear dicho pensamiento de Gómez en su discurso.
Los juicios de valor se producen cuando hay información o aspectos de la fuente que le pueden causar incomodidad, que son inapropiados o que pueden ir en contra de sus creencias. Por esto, este error puede ser considerado un anacronismo, ya que la fuente está usando un lenguaje verbal o visual del pasado que, posiblemente, no se use actualmente. Reconocer que hay aspectos de su temporalidad espacial y social que afectan la mirada que tiene de la fuente primaria, le ayudará a evitar cometer juicios de valor. Volvamos al ejemplo del discurso de Laureano Gómez, sus ideas referentes a los indígenas puede que le causen a usted incomodidad o crea que son inapropiados; sin embargo, no puede juzgar este registro en términos de “bueno”, “malo”, o como ya se había mencionado, “racista”. Evite usar los adjetivos calificativos cargados con implicaciones morales para referirse a la fuente.
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