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Recurso elaborado por Santiago Parga Linares
Las tablas, gráficas, imágenes y otros recursos gráficos les permiten a escritores académicos presentar y discutir información compleja y variada de forma rápida y eficiente. Muchos lectores, de hecho, miran estos recursos antes de leer el texto, pues suponen que esa es la manera más fácil de encontrar la información más relevante. Sin embargo, este tipo de recursos son útiles solo si son lo suficientemente breves e informativos y tienen una relación adecuada con el resto del texto. Así, el propósito de esta guía es ofrecer una serie de buenas prácticas para asegurarse de que usted use adecuadamente gráficas, tablas, imágenes, mapas, fotografías, diagramas, esquemas y demás recursos gráficos en un texto académico de cualquier disciplina.
Esta es la primera pregunta que debe hacerse con respecto a su texto si planea usar información como números, datos y otros tipos de información compleja. Una buena manera de decidir si necesita un recurso gráfico es preguntarse si puede incluir toda la información esencial en una o dos oraciones. Si los datos que tiene que presentar caben dentro de un párrafo corto, es mejor evitar tablas o gráficas innecesarias. Si sus datos son demasiados o demasiado complicados para caber en una o dos oraciones, probablemente necesita algún tipo de recurso gráfico.
Recuerde que lo más importante de cualquier tipo de recurso gráfico es su capacidad de comunicar información de forma eficiente. Decida cuál es el propósito que va a cumplir el recurso gráfico: presentar información de contexto, comunicar y discutir resultados, dar ejemplos, etc., y tome las decisiones con respecto a las tablas, gráficas o imágenes que decida incluir pensando en si está haciendo todo lo posible por garantizar que su recurso comunique la información eficientemente y cumpla con su propósito.
A continuación, hay una serie de ejemplos de diferentes recursos. La primera versión exhibe algunos de los problemas y debilidades más comunes en el uso de este tipo de recursos. La segunda versión resuelve estos problemas y presenta una manera más eficiente de comunicar la información.
Ejemplo 1
La siguiente tabla quiere mostrar la percepción que los estudiantes de la Universidad de los Andes tienen sobre tres tipos de transporte:
Esta gráfica tiene los siguientes problemas: Primero, el eje Y no está definido, así que es imposible saber qué significan los números. Segundo, las columnas son elementos en 3D con un efecto de transparencia. Aunque se ven bien, ninguno de los dos ayuda a que la gráfica sea más clara. Tercero, las líneas son demasiado estrechas y es difícil saber cuál es el valor de cada columna. Y cuarto, el título de la gráfica es demasiado amplio y no explica realmente qué es lo que esta trata de comunicar.
Ejemplo 1.2. Esta segunda versión presenta la misma información, pero de forma mucho más eficiente.
Primero, el eje Y está claramente definido y es fácil saber qué función cumple cada una de las partes de la gráfica. Segundo, tiene menos elementos que distraen. A pesar de que se ve menos impresionante, esta gráfica es más efectiva que la anterior. Tercero, las líneas tienen un tamaño apropiado y es más fácil encontrar rápidamente el valor exacto de cada columna. Y cuarto, el título dice, de forma breve pero precisa, en qué consiste la tabla y qué tipo de datos contiene.
Ejemplo 2
Los siguientes párrafos hacen referencia a esta tabla. Ambas versiones del párrafo tratan de comentar y explicar su contenido, pero lo hacen de formas diferentes. El primero tiene algunos problemas que lo hacen menos eficiente.
Tabla 1.1 Efectos del medicamento según edad de los participantes.
Efectos |
35-45 años |
45-55 años |
Porcentaje total |
No significativos |
69 |
33 |
22 |
Adversos |
44 |
35 |
17 |
Positivos no significativos |
66 |
69 |
29 |
Positivos significativos |
79 |
70 |
32 |
TOTAL (N=468) |
|
|
100% |
Ejemplo 2.1:
Como dice la tabla, el estudio encontró que el tratamiento no fue efectivo en todos los casos. El 22% de los 468 pacientes del estudio presentó resultados negativos; el 17% no presentó ningún tipo de reacción al medicamento, mientras que el 29% restante sí presentó algún tipo de mejoría y solo el 32% presentó mejorías significativas.
Es una buena idea complementar tablas con párrafos que las explican, pero este párrafo comete algunos errores. Primero, el párrafo no nombra adecuadamente la tabla a la que se está refiriendo; si el estudio tiene más de una, el lector puede confundirse. Segundo, el párrafo repite prácticamente toda la información que la tabla presenta; esto hace que uno de los dos sea redundante y frustra el objetivo de las gráficas, tablas y demás recursos (eficiencia y claridad). Tercero, el párrafo no propone ninguna conclusión; en lugar de proponer un análisis de los resultados, el párrafo solamente los repite y espera que el lector llegue a la conclusión. Cuarto, el párrafo no hace referencia a la edad de los participantes, una de las características esenciales de la tabla. Si el escritor no tiene nada que decir sobre la edad de los participantes, la tabla no necesita esa información.
Ejemplo 2.2:
El medicamento analizado no produjo efectos positivos significativos. La Tabla 1.1 muestra que solamente 32% de los pacientes presentó mejorías significativas. Además, el medicamento no mostró efectos significativamente diferentes en el grupo de edad 45-55, el que más sufre de la enfermedad que el medicamento trata. Esto demuestra que el medicamento analizado no es superior a las alternativas que ya existen en el mercado, ya que estas tienen menores porcentajes de resultados adversos y mayores porcentajes de efectos positivos significativos.
Esta segunda versión del párrafo es mucho más eficiente que la anterior. Primero, nombra adecuadamente la tabla según las reglas del sistema de citación; así se asegura de que el lector lea la tabla correcta. Segundo, el párrafo no repite información innecesariamente. Más bien, llama la atención sobre el dato que el escritor considera más importante y deja los demás en la tabla. Tercero, el párrafo analiza los datos y propone una conclusión que el escritor espera que el lector saque de la tabla. Esta conclusión aparece tanto al inicio como al final del párrafo para asegurarse de que el lector comprenda la relevancia de los datos. Y cuarto, el párrafo menciona la significancia de la edad de los participantes.
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