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Uso de las letras mayúsculas

Usos de las letras mayúsculas

Recurso elaborado por Angie Mojica

En este recurso, usted encontrará información básica sobre las mayúsculas, qué son y cómo utilizarlas según distintos criterios y en diversos ámbitos comunicativos. Es muy importante que, durante la revisión de este recurso, analice detalladamente tanto la información presentada en cada sección como la que se consigna en las notas aclaratorias del final, pues algunas de estas amplían y aclaran diferentes conceptos.

¿Por qué es importante reconocer qué son las mayúsculas y cómo utilizarlas adecuadamente?

Las mayúsculas son letras con múltiples usos. No solo sirven para marcar visualmente determinadas partes de un texto, sino que, como veremos más adelante, cumplen diversas funciones expresivas e incluso determinan el sentido que le otorgamos a múltiples palabras. Algunas veces, en la escritura de diferentes textos, las mayúsculas o bien se omiten o se aplican en casos en los cuales no deberían usarse; esto afecta la claridad de las ideas y puede suscitar problemas de interpretación para el lector. De manera que usar las mayúsculas correctamente le permite al autor comunicar sus ideas de forma clara y eficaz.

Tabla de contenido

1. ¿Qué son las mayúsculas?

En términos generales, es posible afirmar que las mayúsculas son letras más grandes que las minúsculas y tienen, algunas veces, también una forma diferente a la de estas últimas; esto se observa, por ejemplo, entre A (letra mayúscula) y a (letra minúscula) o entre H (letra mayúscula y h (letra minúscula).

Las letras mayúsculas son mucho más antiguas que las minúsculas; antes solo se usaban mayúsculas para escribir la totalidad de los textos. Sin embargo, conforme avanzó la escritura, las minúsculas son ahora las letras mayoritariamente utilizadas, mientras que las mayúsculas tienen unos usos restringidos (ver nota aclaratoria 1).  A continuación, usted encontrará tres pautas generales para comenzar a dilucidar cómo se deben usar las mayúsculas. Además, hallará cuatro secciones donde se explica cómo implementar las mayúsculas según distintos usos: (a) para delimitar partes de la estructura interna de los textos en relación con la puntuación; (b) para construir nombres propios; (c) para formar siglas y presentar acrónimos y (d) para expresarse según determinados propósitos comunicativos en distintos ámbitos.

2. Pautas generales

  • Siempre debe escribirse mayúscula en la letra inicial de la primera palabra de un texto (sea este un enunciado, una oración, un texto argumentativo, un texto expositivo, un texto narrativo o cualquier otro tipo de construcción textual). Esto le permite al lector distinguir claramente el inicio de los textos.
  • Siempre debe escribirse tilde (´) y diéresis (¨) en las mayúsculas de las palabras que, debido a su escritura ortográfica, requieran el uso de estos signos, por ejemplo: ÁFRICA, LINGÜÍSTICA. Utilizar las mayúsculas no nos exime de la necesidad de escribir estos signos. Las únicas palabras escritas en mayúsculas en las cuales es posible no poner la tilde o la diéresis son las siglas (concepto que veremos más adelante).
  • Las letras “i” y “j” no conservan el punto al escribirse en mayúscula: “I”, “J”.

3. Las mayúsculas en relación con los signos de puntuación

Las letras mayúsculas son una marca visual útil para distinguir cómo están estructurados los textos. Esta función se cumple también gracias a la relación directa entre las mayúsculas y los signos de puntuación, pues estos últimos determinan en muchos casos cómo y para qué debe usarse la mayúscula. Veamos:

3.1 Las mayúsculas y el punto

En general, siempre se debe usar mayúscula después de escribir un punto, sea este un punto seguido o aparte. Así, la mayúscula y el punto nos permiten ver cómo se organizan las ideas. En adelante, en los ejemplos que se propongan solo se señalará con negrilla y se subrayará la mayúscula específica sobre la cual se está tratando, no aquellas otras que también aparecen en la oración, pero no tienen relación con el uso específico que se está explicando. Por ejemplo:   

    • El estudio de las obras de arte es una tarea fascinante. La observación de los detalles a la luz de diversos contextos históricos es una forma de llevar a cabo esta tarea.

La mayúscula después del punto seguido permite reconocer que se ha iniciado la exposición de una nueva idea.

3.2 Las mayúsculas y los puntos suspensivos

El uso de las mayúsculas después de los puntos suspensivos solo es aplicable cuando la idea del enunciado u oración anterior ya se ha cerrado y, mediante la mayúscula, se iniciará una nueva idea (para comprender la diferencia entre enunciado y oración se recomienda revisar el recurso de LEO La oración). Compare los siguientes ejemplos e intente identificar cuál es la diferencia entre ambos por la cual se usa la mayúscula:

    • Visitamos iglesias, museos, parques… En general, fue un viaje agradable.
    • Pienso que la exposición fue… decepcionante.

En el ejemplo de la primera oración, Visitamos iglesias, museos, parques… En general, fue un viaje agradable, se usa la mayúscula porque tras los puntos suspensivos la oración se ha cerrado y se iniciará una nueva idea mediante otra oración. Por su parte, el ejemplo de la segunda oración, Pienso que la exposición fue… decepcionante, mantiene la minúscula después de los puntos suspensivos porque la oración aún no ha terminado y la palabra decepcionante sigue siendo un complemento directamente relacionado con la idea anterior; solo al añadir esta palabra se completa la oración. Para profundizar respecto a los usos de este signo de puntuación, visite el recurso de LEO sobre los puntos suspensivos.

3.3 Las mayúsculas y los signos de interrogación y exclamación

El uso de las mayúsculas después de utilizar los signos de interrogación o exclamación solo es admisible si el enunciado ya está completo, de modo similar al caso del uso de las mayúsculas con respecto a los puntos suspensivos. De nuevo, compare los siguientes ejemplos e intente analizar por qué en unos casos se usa mayúscula y en otros no.

    1. ¿Habrá una conferencia? El comité no nos informó nada.
    2. ¡Hay que organizar todo! Habrá una visita en unos cuantos días.
    3. ¿Cuándo harán el desembolso?, preguntó el representante.
    4. ¡Se van a lastimar!, pensamos todos mientras los veíamos hacer acrobacias por los aires.

En los primeros dos ejemplos se requiere utilizar mayúscula tras los signos de interrogación y exclamación, debido a que se introducen nuevas oraciones independientes, es decir, oraciones que ya tienen sentido completo y que no están subordinadas a las otras oraciones que se encuentran encerradas entre estos signos. Por su parte, en los ejemplos tres y cuatro no se usa la mayúscula, dado que las partes que siguen a los signos de interrogación y exclamación son una continuación de las ideas encerradas entre los signos, es decir, sí están subordinadas a ellas. Para comprender con mayor exhaustividad la relación de subordinación e independencia entre oraciones, de nuevo es oportuno visitar el recurso de LEO La oración.

3.4 Las mayúsculas y los dos puntos

En muchos casos, utilizar la mayúscula después de los dos puntos constituye un error porque la información que les sigue suele estar estrechamente vinculada con la anterior; en otras palabras, después de los dos puntos no se introducen nuevas ideas, sino que se continúa complementando lo dicho antes de ellos. Por consiguiente, no se utiliza mayúscula porque en realidad no se está introduciendo una idea nueva, como se ha observado en los usos expuestos previamente. Sin embargo, hay algunas excepciones en las cuales sí es posible usar mayúsculas después de los dos puntos. A continuación, se expone brevemente cada caso. A medida que avance en este apartado, intente analizar qué es lo que estos usos entre mayúscula y dos puntos tienen en común, ¿por qué son posibles?

Debe usarse mayúscula después de los dos puntos en los siguientes casos:

  • Cuando se escribe el encabezamiento o saludo en una carta. Por ejemplo:

Estimados estudiantes:

Les escribo para recordarles que mañana…

Observe que el saludo y el mensaje están separados. Se usan los dos puntos y, en una línea aparte, se empieza a escribir con mayúscula la idea a comunicar.

  • Cuando se reproduce una cita. Por ejemplo:

El doctor manifestó: Hemos hecho todo lo posible por diagnosticar su enfermedad”.

Aquí vale la pena aclarar que si se omite el comienzo de la cita que se quiere reproducir entonces no será admisible escribir mayúscula luego de los dos puntos y se deberá especificar, mediante puntos suspensivos encerrados entre corchetes, que la parte inicial se ha omitido, por ejemplo: El médico dijo: “[…] entonces por esa razón creemos que usted debe empezar el tratamiento cuanto antes”.

  • Cuando los dos puntos se usan después de un subtítulo y luego se introduce una nueva información o si hay una enumeración en forma de lista sobre cuyos elementos también se introduce una nueva información. Veamos los ejemplos:
    • Los anfibios: Uno de los datos destacables sobre los anfibios es que durante su proceso de desarrollo pueden vivir en la tierra y en el agua.
    • Hay muchas variantes del coronavirus. Algunas de ellas son:

-Variante británica o B.1.1.7: Se trata de una variante del virus detectada en el Reino Unido en septiembre del 2020.

-Variante brasileña O P.1: Esta variante fue identificada en diciembre de 2020 en la ciudad de Manaos.

-Variante sudafricana o 501.V2: Es una variante que se detectó en Sudáfrica y se encuentra presente en más de 50 países.

  • En casos donde los dos puntos se usan después de términos como ejemplo, advertencia, nota. Por ejemplo:

Nota: No rayar los libros en préstamo.

  • Cuando los dos puntos introducen una información que se desarrolla en uno o más párrafos aparte. Por ejemplo:

Para utilizar por primera vez el equipo, cumpla las siguientes recomendaciones:

Presione el botón de encendido por una sola vez de manera continua. Luego, espere a que cargue la configuración inicial. Esto podría tardar unos minutos. Después…

Este uso de los dos puntos suele ir acompañado de expresiones como a continuación o siguiente. De nuevo, tenga en cuenta que en este caso la mayúscula se usa siempre y cuando la información posterior a los dos puntos esté aparte.

  • Cuando los dos puntos se usan después de palabras como certificar, declarar, solicitar, exponer, establecer, etc., las cuales presentan o introducen el objetivo de documentos jurídicos y administrativos (sentencias, decretos, edictos, certificados, etc.). Por ejemplo:

El Departamento de Gestión Humana del Liceo Piaget

CERTIFICA:

Que el profesor Roberto Salazar se encuentra actualmente vinculado a esta institución.

Esto mismo ocurre cuando se escriben dos puntos tras verbos como considerando o resultando y se pretende establecer las razones de apoyo para un fallo o para un dictamen. Por ejemplo:

El presidente de la república

CONSIDERANDO:

Que de acuerdo con la Constitución Política de Colombia la educación es un derecho fundamental… 

Observe que la palabra que sigue a los dos puntos e inicia con mayúscula va en un párrafo aparte. Además, tenga en cuenta que solo en estos casos es admisible utilizar los dos puntos y luego escribir la palabra “que”, la cual —como ya se ha dicho— se escribe con mayúscula inicial.

  •  Por último, también se usa mayúscula inicial en la primera palabra de cada uno de los elementos de una enumeración cuando estos elementos aparecen escritos de manera independiente y separados por punto. Veamos:

Entre las vitaminas necesarias para la buena salud, se encuentran las siguientes:

-La vitamina A, cuyas propiedades son importantes, entre otras cosas, para la visión normal y el buen funcionamiento del sistema inmunitario.

-La vitamina C, necesaria para el crecimiento y la reparación de tejidos.

-La vitamina E, buena para mejorar…

Fíjese en que la mayúscula es necesaria en cada elemento enumerado porque se trata de oraciones completas separadas por punto. Si se usaran otros signos como coma y punto y coma para indicar otras relaciones entre las ideas, no sería correcto hacer uso de la mayúscula.

¡Aquí los tiene! Estos son los usos posibles de la mayúscula después de los dos puntos. ¿Ha encontrado alguna característica común?, ¿por qué si, en general, se utiliza minúscula luego de los dos puntos, podemos hacer uso de estas otras posibilidades?

Si observa con atención, usted podrá notar que en estos casos la mayúscula se utiliza para introducir ideas independientes o autónomas que tienen sentido completo. Por eso, aunque los dos puntos siguen teniendo la función de anunciar determinada información que se introducirá después de usarlos, los elementos introducidos se pueden considerar ideas nuevas e independientes. Así, por ejemplo, en la oración Iremos a dos eventos: uno sobre cine y otro sobre literatura la información que sigue a los dos puntos no tiene un sentido completo, sino que se subordina a la información previa. Mientras que si, por ejemplo, evaluamos el ítem 4, Nota: No rayar los libros en préstamo, veremos que la información que sigue a los dos puntos constituye una oración nueva e independiente con respecto a la palabra anterior. Lo mismo aplica para los demás casos expuestos previamente, salvo en el ítem 6 donde el uso de la mayúscula obedece más a un uso tradicional proveniente de la forma convencional de escribir textos jurídicos o administrativos que al hecho de que lo que se dice sean ideas independientes.

Entonces:

En general, una buena ruta para utilizar adecuadamente las mayúsculas con relación a los signos de puntuación (el punto seguido, los puntos suspensivos, los signos de interrogación y admiración y los dos puntos) es asegurarse de usarlas para introducir nuevas ideas con sentido completo o, en otras palabras, ideas que no estén subordinadas o no dependan de las otras ideas que aparecen antes de los signos de puntuación o encerradas entre ellos.

4. Las mayúsculas en los nombres propios

Para comprender este uso de las mayúsculas es necesario diferenciar los nombres propios de los nombres comunes. Analice las siguientes palabras y procure identificar las diferencias entre el significado de las palabras de la primera viñeta y el de las de la segunda viñeta.

    • renacimiento, iglesia, congreso, río, margarita
    • Renacimiento, Iglesia católica, Congreso de la República de Colombia, Río de la Plata, Margarita

¿Ha encontrado las diferencias? Como usted habrá notado, las palabras de la primera viñeta son sustantivos que designan procesos (un renacimiento) u objetos (una iglesia, un congreso, un río, una margarita) sin un referente concreto; estas palabras no se refieren a algo particular, sino a elementos de carácter común. Por su parte, las palabras de la segunda viñeta sí designan seres (Margarita), instituciones (Congreso de la República de Colombia, Iglesia católica), periodos (Renacimiento) y lugares (Río de la Plata) únicos, con un referente concreto. Esta es la principal diferencia de sentido entre los nombres comunes (aquellos que designan elementos corrientes o genéricos), a cuya clase pertenecen las palabras de la primera viñeta, y los nombres propios (aquellos que designan elementos únicos o particulares), a cuya clase pertenecen las palabras de la segunda viñeta. Vale la pena añadir que los nombres propios no tienen sinónimos, antónimos ni aparecen en los diccionarios de uso común, como sí ocurre en el caso de los nombres comunes.

La principal función de las mayúsculas en el español es, precisamente, distinguir el nombre propio del nombre común, De manera que, solo se debe utilizar mayúscula en la escritura de los nombres propios. Con relación a lo anterior, veamos algunos usos específicos a continuación.

1. Mayúsculas en nombres de personas o apodos

Ejemplos:  Héctor, Julio César, Chespirito.

2. Mayúsculas en nombres de periodos y acontecimientos históricos

Ejemplos: Renacimiento, Guerra Fría, Edad Media,Segunda Guerra Mundial.
En general, cuando se trata de acontecimientos históricos (no de periodos), se escribe sólo con mayúscula inicial el nombre del lugar donde acontecen (por ejemplo: la guerra de las Malvinas o la batalla de Lepanto), pero en el caso de las dos guerras mundiales todos los términos se escriben con mayúscula inicial.

3. Mayúsculas en nombres de lugares (barrios, pueblos, ciudades, países, continentes, áreas geopolíticas, edificios, monumentos, puertos, aeropuertos, etc.).

Ejemplos: Puerto Rico, Bogotá, Torre Eiffel, América Latina, Aeropuerto Internacional El Dorado.

4. Mayúsculas en nombres de eventos académicos, culturales o deportivos y festividades de diferente índole

Ejemplos: Congreso Internacional de Pedagogía, Campeonato Regional de Baloncesto, Semana Santa.

5. Mayúsculas en nombres propios de entidades territoriales, organismos, secciones administrativas, organizaciones.

Ejemplos: Universidad de los Andes, Departamento de Literatura, departamento de Cundinamarca, estado de Texas.
Observe que en el nombre de las entidades territoriales (por ejemplo, departamento de Cundinamarca) no se usa mayúscula en el sustantivo departamento, pero esta palabra sí se escribe con mayúscula cuando hace parte del nombre propio de una unidad administrativa, como ocurre en el caso de Departamento de Literatura.

Fíjese en que en los ejemplos propuestos para varios de estos usos se escriben con mayúscula inicial tanto los sustantivos como los adjetivos que también forman parte del nombre propio; así se observa especialmente en los ítems 2, 3, 4 y 5.

Además, no olvide que:

  • Por norma general, los nombres de los días de la semana (lunes, martes, miércoles…) y los meses (enero, febrero, marzo…) se escriben en minúscula. Es común incurrir en el error de escribirlos con mayúscula.
  • Los nombres de disciplinas específicas (historia, psicología, educación, pedagogía, etc.) se escriben con mayúscula inicial solo en aquellos casos en los cuales se utilizan para referirse a áreas concretas del conocimiento en contextos académicos. Por ejemplo: Filosofía I solo se habilitará hasta el próximo semestre.
  • Palabras como sol, luna, estado, gobierno, iglesia, etc., se escriben con mayúscula inicial solo en aquellos casos en que se refieren a nombres propios o entidades específicas; por lo demás, van escritas en minúscula. Por ejemplo, en La Iglesia se pronunciará pronto sobre los delitos cometidos por algunos sacerdotes, la palabra Iglesia se escribe en mayúscula porque se refiere a la institución, no a una iglesia cualquiera. Además, para aclarar más la idea, valdría la pena incluir también un adjetivo (que iría escrito en minúscula): la Iglesia católica.

Dicho esto, sigamos viendo otros usos de las mayúsculas con relación a los nombres propios, pero esta vez aquellos asociados específicamente con la construcción de los títulos de diferentes elementos.

Mayúsculas en los títulos: primera parte

  • En general, se escribe con mayúscula inicial solo la primera palabra de obras de creación tales como: películas, cuadros, esculturas programas radiales televisivos u otros, subdivisiones de libros o documentos, titulares de prensa, ponencias, discursos, conferencias, exposiciones, lemas y eslóganes. Por supuesto, si el título contiene otros nombres propios, estos también deberán estar escritos con mayúscula inicial.
  • Ejemplos: Los siete samuráis, Voces de Chérnobil, La Mona Lisa, El precio de la historia, Cae el precio del dólar durante el último trimestre, Representaciones de la muerte en el teatro del siglo XX, Sonrisa limpia, brillante y sin complejos.

Mayúsculas en los títulos: segunda parte

  • Se escriben con mayúscula inicial todas las palabras centrales (ya no solo mayúscula inicial en la primera palabra, tal como se dijo previamente) en los títulos de publicaciones periódicas y colecciones, libros sagrados, leyes, documentos oficiales o históricos, programas, planes y proyectos. Tales palabras centrales normalmente suelen ser sustantivos y adjetivos.
  • Ejemplos: Revista de Filología Española, Corán, Estatuto de Ley Forestal, Plan Nacional de Fomento de la Lectura.
  • Es importante aclarar que si los títulos son demasiado extensos, solo se deberá usar mayúscula inicial en la primera palabra. Por ejemplo: Proyecto para la prevención, atención y reparación de la violencia a niños entre los 0-12 años.

Estos son algunos usos de las mayúsculas en nombres propios, los cuales usted podrá tener en cuenta al redactar sus escritos (véase nota aclaratoria 4). Ahora bien, en varios ejemplos propuestos anteriormente, usted habrá podido notar que la preposición de no se escribe en mayúscula; esto es así de manera general porque esta preposición sirve como unión de los términos o palabras que conforman los nombres propios, pero no es parte central de ellos.  Lo mismo sucede con algunos artículos (como el, la, las, los) que generalmente no se escriben en mayúscula, salvo si hacen parte del nombre propio, tal como se observa en Aeropuerto Internacional El Dorado. Sin embargo, ¿cómo saber, en el caso de los artículos, cuándo escribirlos en mayúscula y cuándo no? Aunque no hay una estrategia aplicable a absolutamente todos los casos, usted puede tener en cuenta las siguientes recomendaciones para determinar cuándo se debe o no escribir el artículo de los nombres propios en mayúscula.

Los artículos solo se escriben en mayúscula cuando realmente forman parte del nombre propio. Para determinar si esto es así usted puede:

  1. Evaluar si el artículo se conserva al añadir adjetivos posesivos (como “nuestro”, “nuestra”) u otras palabras determinantes (como “aquel”, “aquella”) en diferentes contextos. Por ejemplo, suponga que la junta de acción comunal del barrio Los Robles organiza un evento para recolectar dinero y construir el parque que la comunidad ha deseado por décadas. Varios miembros de la junta escriben un gran letrero que dice: Bienvenidos a nuestro Los Robles, el barrio más hermoso de la ciudad. Es posible determinar que el artículo “los” hace parte del nombre propio y se escribe en mayúscula porque no es necesario suprimirlo cuando se le añade el adjetivo “nuestro” (sería incorrecto escribir Bienvenidos a nuestro Robles pues se omite el artículo como parte importante del nombre propio). Por el contrario, en una oración como En nuestro Amazonas hay mucha pesca ilegal, para que la oración esté escrita adecuadamente y se comprenda, no se conserva el artículo “el” (no es adecuado escribir “en nuestro El Amazonas”, no es necesario); esto permite ver que el artículo no hace parte del nombre propio. Esta es una estrategia útil en aquellos casos en que no hay certeza respecto a si el artículo forma o no parte del nombre propio.
  2. Evaluar si es posible intercalar alguna palabra (por ejemplo, un adjetivo) entre el artículo y la palabra que le sigue. Si esto es posible, entonces el artículo no hace parte del nombre propio. Por ejemplo, podemos escribir la impresionante China intercalando el adjetivo impresionante entre el artículo y el sustantivo, lo cual deja ver que el artículo “la” evidentemente no es parte del nombre propio “China”. Sin embargo, si queremos referirnos a ESalvador, no podemos escribir el pequeño Salvador intercalando el adjetivo pequeño entre el artículo y el sustantivo; fíjese en que, de ser así, el sentido cambiaría completamente y el lector podría incluso creer que se hace referencia a una persona cuyo nombre es Salvador y es pequeño. Lo anterior permite entonces saber que el artículo “el” sí hace parte del nombre propio. En este último caso, lo correcto entonces sería escribir el pequeño El Salvador.

Tenga en cuenta que cuando el artículo en efecto hace parte del nombre propio no debe unirse o contraerse con las preposiciones “a” o “de”. Así, se escribe Viajaremos a El Cairo no Viajaremos al Cairo.

5. Las mayúsculas en la construcción de siglas

Comencemos a descifrar los usos de las mayúsculas en relación con las siglas intentando responder las siguientes preguntas: ¿qué es una sigla?, ¿qué es un acrónimo?, ¿en qué se diferencian? Para aventurar posibles respuestas, analice el siguiente grupo de letras y palabras y procure determinar si tienen alguna diferencia.

  • BM (Banco Mundial), FMI (Fondo Monetario Internacional), DLE (Diccionario de la Lengua Española)
  • ICONTEC (Instituto Colombiano de Normas Técnicas y Certificación), FOSYGA (Fondo de Seguridad y Garantía), INPEC (Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario)

En estos ejemplos se puede observar que las letras de la primera viñeta (BM, FMI y DLE), cuyo significado se aclara entre los paréntesis, constituyen abreviaciones de los nombres de distintas entidades (estas abreviaciones se hacen utilizando las letras iniciales de cada una de las palabras que conforman dichos nombres) y no pueden pronunciarse como palabras, sino que, al leerlas se deben deletrear. Por su parte, las palabras de la segunda viñeta (ICONTEC, FOSYGA e INPEC) también representan abreviaciones de determinadas denominaciones de instituciones, pero estas sí se pueden leer tal como están escritas (sin necesidad de deletrear), es decir, se pueden leer como palabras. Esta es, pues, la principal diferencia entre las siglas de la primera viñeta y los acrónimos de la segunda viñeta: las primeras no son pronunciables como palabras, mientras que los segundos sí.

Es importante aclarar que las siglas y los acrónimos no pertenecen a clases distintas: los acrónimos son un tipo particular de siglas que pueden pronunciarse como palabras. También resulta necesario agregar que las siglas no solo son útiles para abreviar los nombres de entidades o instituciones, pues también se refieren a denominaciones de distintos ámbitos (científico, económico, político, administrativo, entre otros), por ejemplo: IPC (Índice de Precios al Consumidor) o PIB (Producto Interno Bruto). Aclarada esta diferencia, veamos las normas generales asociadas a los usos particulares de las mayúsculas en las siglas.

Para usar las mayúsculas en las siglas tenga en cuenta los siguientes parámetros generales:

  • En términos generales, las siglas se escriben enteramente en mayúsculas. Además, en aras de garantizar la comprensión del lector, al escribirlas es recomendable aclarar entre paréntesis cuál es la denominación o expresión a la que se refieren. A los ejemplos anteriores podemos sumar los siguientes:
  • UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), PRI (Partido Revolucionario Institucional), ONU (Organización de las Naciones Unidas).
  • Como se dijo al principio de este recurso (sección 2. Pautas generales) usar las mayúsculas no exime de usar las tildes. Sin embargo, la única excepción a esta regla son las siglas, las cuales se escriben en mayúscula y no llevan tildes.
  • Cuando las letras ch, gu, ll y qu (conocidas como dígrafos, dado que están compuestas por dos letras) hacen parte de siglas solo se escribe en mayúscula la primera letra; así, es posible diferenciar que no se trata de dos letras independientes, sino de dígrafos. Por ejemplo, para abreviar la denominación Partido Comunista de China, la sigla debe escribirse del siguiente modo: PCCh; por el contrario, la sigla de Colegio de Ciencias y Humanidades se escribe CCH, pues allí no se usa el dígrafo, sino que c y h son independientes, cada una denomina un sustantivo diferente.

En el caso particular de los acrónimos:

  • Muchos acrónimos, en cuanto siglas, también se escriben en mayúsculas. Sin embargo, algunos de ellos pasan a formar parte del vocabulario común como nombres propios o, incluso, como nombres comunes. Así ocurre, por ejemplo, con acrónimos como: Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) o Sefotur (Secretaría de Fomento Turístico); en estos casos, ambas palabras se convierten completamente en nombre propios y se integran al vocabulario de forma que ya no es necesario escribir todas las letras del acrónimo en mayúscula, sino solo la primera, tal como corresponde a los nombres propios. Por otro lado, palabras como ovni (objeto volador no identificado) o uci (unidad de cuidados intensivos) se integran completamente al vocabulario como nombres comunes, de ahí que se escriban enteramente en minúscula.
  • Fíjese en que muchos acrónimos no se construyen únicamente a partir de la primera letra de la palabra, sino que varios de ellos también usan el segmento inicial de una o varias de las palabras que abrevian, por ejemplo: Colanta (Cooperativa de Lácteos de Antioquia). Esto se hace con el fin de que la sigla pueda leerse como una palabra, por lo cual se convierte en un acrónimo. Incluso hay casos en los cuales en la sigla se incluyen elementos que usualmente no se tienen en cuenta como ocurre con la preposición “y”. Observe que en el caso de CONACYT (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología) y FOSYGA (Fondo de Seguridad y Garantía), se incluye también la conjunción “y” en la formación del acrónimo. En general, salvo que se trate de acrónimos considerados como nombres propios o comunes, es recomendable usar enteramente las mayúsculas para escribir los acrónimos en estos casos.

Finalmente, tenga en cuenta:

  • El uso combinado de las mayúsculas y las minúsculas en la escritura de siglas es cada vez más frecuente. Esta combinación se hace en muchos casos para distinguir las letras que aluden a los elementos de los componentes centrales abreviados de las que constituyen conectores (como las conjunciones). Así, puede verse que, por ejemplo, en diferentes contextos se escribe CONACyT (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología) en vez de CONACYT. También ocurre que algunas siglas se usan completamente en minúscula para la construcción de logotipos, por ejemplo: tve (Televisión Española). Sin embargo, aunque este tipo de usos son admisibles en la construcción de las siglas, es preciso recordar que no es adecuado combinar las mayúsculas y las minúsculas en la escritura. Además, cuando estas siglas se usan dentro de los textos se acomodan al uso tradicional. Entonces lo recomendable, continuando con los ejemplos anteriores, sería escribir CONACYT y TVE al incluir estas siglas en un texto.
  • Como usted puede observar a lo largo de las explicaciones y los ejemplos propuestos en esta sección, las siglas (y con ellas, los acrónimos) se escriben enteramente en mayúscula, salvo en los casos en que los acrónimos se vuelvan nombres propios (en cuyo caso solo se escribiría mayúscula inicial) o nombres comunes (en cuyo caso no se usarían las mayúsculas). Pero es importante que tenga en cuenta que, al escribir las siglas, los nombres o expresiones a las cuales ellas abrevian se escriben en mayúscula o en minúscula según si se trata de nombres propios o comunes. Por ejemplo, en el caso de la sigla UBA (Universidad de Buenos Aires) la denominación a la que se refiere, escrita entre los paréntesis, lleva mayúscula inicial en cada uno de sus elementos porque se trata de un nombre propio. No ocurre lo mismo con una sigla como TIC (tecnologías de la información y la comunicación), en cuyo caso la expresión abreviada, nuevamente especificada entre los paréntesis, no se escribe en mayúscula, pues no se compone de un nombre propio, sino de sustantivos comunes que no requieren el uso de las mayúsculas (véase la sección 4 de este recurso para profundizar sobre estos usos).

6. Las mayúsculas en diversos ámbitos comunicativos

Hasta aquí hemos abordado diferentes usos de las mayúsculas en relación con los signos de puntuación, la construcción de nombres propios y la construcción de siglas. Ahora, es momento de reconocer otros usos en los cuales se encuentran implicadas estas letras. Analice las siguientes situaciones comunicativas, observe cómo se usan las mayúsculas en cada caso e intente determinar cuál es la intención del escritor al utilizarlas.

Situación 1:

    • Varios ciudadanos se encuentran organizando una protesta en contra de un proyecto de ley mediante el cual se pretende privatizar a las instituciones públicas del país. Algunos de ellos están encargados de hacer las pancartas que usarán durante la manifestación. En la pancarta central, escriben:

NO A LA PRIVATIZACIÓN DE LA EDUCACIÓN. LA EDUCACIÓN ES UN DERECHO, NO UN SERVICIO.

En este caso, quienes escriben la pancarta hacen uso de las mayúsculas para favorecer la legibilidad de su mensaje. Este es un uso posible y apropiado de las mayúsculas y suele ser frecuente en la escritura de textos cortos en los que, precisamente, se pretende beneficiar la claridad en la lectura del mensaje. Esto se observa también en cubiertas y portadas de libros; en cabeceras de periódicos y revistas; en inscripciones de lápidas, monumentos y placas conmemorativas; en lemas y leyendas de banderas, estandartes, escudos, monedas; en palabras como aviso, nota, advertencia, posdata; en  textos jurídicos (por ejemplo, el uso de palabras como certifica o considerando. Para más ejemplos al respecto, véase la sección 3.4 de este recurso); en la denominación de las partes de un documento jurídico o administrativo (por ejemplo, al denominar al demandado o demandante de un litigio) y, por último, en bocadillos y viñetas. Aunque estos usos habituales no hacen parte de las normas tradicionales expuestas en las secciones 3, 4 y 5 de este documento, cumplen propósitos comunicativos concretos que pueden contribuir a que el escritor transmita eficazmente sus ideas.

Situación 2:

    • El rey de España se ha pronunciado en una cumbre internacional para manifestar su apoyo a los países latinoamericanos para lograr salir de la crisis económica en que están. Un periodista se dispone a redactar un artículo para informar al respecto e inicia el primer párrafo con la siguiente oración:

El Rey ha manifestado su apoyo a los países latinoamericanos para que puedan recuperarse de la reciente crisis económica en que están sumergidos.

Situación 3:

    • Un ingeniero, encargado de la instalación eléctrica de un gran proyecto de refrigeración, redacta un informe para reportar las causas y consecuencias de un fallo en la instalación de uno de los controladores. A lo largo de su texto, el ingeniero escribe oraciones como las siguientes:

En ese sentido, el fallo del Controlador —que, como ya se ha dicho, fue ocasionado por el cortocircuito— no ha sido solucionado hasta la fecha. Esto ha retrasado significativamente el avance de la obra. Es importante destacar que el Controlador se debe intervenir de manera pronta y oportuna.

En estas dos situaciones se hace un uso particular de las mayúsculas. En la situación 2, la palabra rey se escribe con mayúscula inicial, aun cuando es un nombre común; por consiguiente —como vimos en la sección 4 de este documento— esa palabra no debería estar escrita con mayúscula. Sin embargo, por razones sociales, el autor destaca la palabra rey con mayúscula en aras de manifestar la consideración o el respeto que socialmente se le otorga a un cargo importante como el de ser rey (esto también ocurre con palabras como majestad, papa, presidente, entre otras). En ese sentido, la mayúscula se utiliza para otorgarle relevancia a la palabra por razones sociales; pero, este uso también podría ocurrir por razones puramente subjetivas; por ejemplo, si se escribiera en un determinado texto la palabra patria con mayúscula inicial para otorgarle relevancia en un discurso ideológico. Por otro lado, en la situación 3, el ingeniero también aplica la mayúscula inicial a la palabra controlador (aun cuando, de nuevo, este es un nombre común y, por tanto, no debería escribirse con mayúscula) para hacer énfasis o resaltar un concepto que considera importante para su reporte. La diferencia con la situación anterior es que, en este caso, el escritor no está motivado por razones sociales o ideológicas. Lo cierto es que este tipo de uso de la mayúscula no es recomendable, pues es muy personal y, por lo tanto, resulta difícil llegar a un acuerdo común sobre cuáles palabras deberían llevar la mayúscula; de ahí que la recomendación de la RAE (Real Academia de la Lengua) sea evitarla o restringir su empleo.

Situación 4:

    • Dos amantes de los libros han decidido fundar su propia librería, de modo que, además del nombre, resuelven crear el eslogan para su futuro negocio. Al final, crean el siguiente:

Te damos libros que te transforman, te encargas de transformar el mundo.

Esta situación muestra un uso frecuente de las mayúsculas en el ámbito publicitario. Las mayúsculas también suelen utilizarse para llamar la atención o producir efectos atractivos para la audiencia de este tipo de construcciones; en este caso particular, para la elaboración de un eslogan que pretende hacer hincapié en que el lector es quien transformará el mundo. Este uso es admisible como recurso expresivo, pero siempre conviene sopesar que aplicar las mayúsculas en efecto suponga una comunicación más efectiva de las ideas pese transgredir la norma general (pues aquí escribir la palabra en mayúscula no está justificado desde el punto de vista de las pautas expuestas en las secciones previas de este recurso).

Situación 5:

    • Una médica veterinaria se encuentra creando su propio centro de atención médica para gatos. Sabe que, para posicionar su local en el mercado, deberá crear una marca comercial memorable para sus futuros clientes. Finalmente, decide que su marca comercial será:

MichiSalud

También suele usarse la combinación entre mayúsculas y minúsculas para la creación de marcas comerciales, tal como se observa en esta situación. De nuevo, esto es válido como recurso expresivo, aunque es importante tener claro que no se ciñe a la norma general. Vale la pena añadir que, si bien en la creación de la marca se admite este uso, al integrarla en los textos, su escritura se suscribe a la norma (se aplica mayúscula inicial por tratarse de un nombre propio), por ejemplo: Michisalud ha tenido mucho éxito, debido a la calidad de su servicio. Fíjese en que en esta oración la combinación entre mayúsculas y minúsculas se suprime y la marca se escribe como un nombre propio.  

Situación 6:

    • Susana y su hijo, Manuel, están chateando. A continuación, una breve transcripción del chat:

SUSANA. — ¿Ya sacaste el perro a pasear?

MANUEL. — Todavía no

SUSANA. — NO SE TE VAYA A OLVIDAR. Ya sabes cómo se pone cuando no lo sacamos.

MANUEL. —Sí, sí, no se me olvida. Tranquila.

En esta última situación, la madre usa las mayúsculas con el propósito de hacer énfasis en el mensaje que quiere transmitir (decirle a su hijo que debe sacar el perro a pasear) y puede que, incluso, las use con el ánimo de alzarle la voz. En efecto, en el marco de las nuevas tecnologías de la comunicación, las mayúsculas representan el volumen de la voz (rasgo particular de la oralidad); esto se explica porque la comunicación electrónica tiene bastante cercanía con el ámbito oral: los mensajes suelen ser breves, inmediatos y muchos de ellos de carácter coloquial o informal, tal como es el caso de esta situación. Además, las mayúsculas también suelen usarse en otras situaciones comunicativas como los correos electrónicos y los mensajes de texto. Frecuentemente, durante este tipo de intercambios se omiten las mayúsculas (e incluso otros signos ortográficos como los signos de puntuación y las tildes) dada la inmediatez de los mensajes y el mayor esfuerzo que implicaría utilizarlas. Sin embargo, en aras de lograr que los mensajes sean claros y comprensibles para el lector, es recomendable conservar las mayúsculas (junto con los demás signos ortográficos), sobre todo si se trata de comunicados oficiales (por ejemplo, a través de correos electrónicos institucionales) o con un cierto grado de formalidad. Ahora bien, de acuerdo con las normas de netiqueta (pautas de comunicación establecidas para los intercambios a través de internet), el uso que hace la madre de las mayúsculas para levantar la voz no es recomendable (menos aún en intercambios o mensajes de carácter formal) justamente porque se está gritando al otro, aunque es verdad que aquí la madre hace un uso deliberado de las mayúsculas para exhortar a su hijo a cumplir con sus deberes (véase nota aclaratoria 5).

Entonces:

Como usted habrá notado, en todas estas situaciones hay usos de las mayúsculas que no se suscriben a los usos tradicionales explicados en las secciones anteriores de este recurso. Sin embargo, eso no significa que todos sean usos incorrectos; por el contrario, como ya se ha dicho, algunos de ellos cumplen funciones expresivas importantes, según la intención de quien escribe. Por eso, utilizar las mayúsculas con las funciones expresivas expuestas en esta sección depende de sus propósitos como escritor.

7. Consideración final

Hasta aquí se han destacado las normas generales sobre el uso de las mayúsculas y algunas otras formas de utilizarlas de acuerdo con diferentes propósitos expresivos. No obstante, se han dejado de lado varios usos específicos (por ejemplo, sobre las mayúsculas en la escritura de números romanos, símbolos y nombres de plantas en latín, procesos de antonomasia, etc.) que usted puede consultar detalladamente en la Ortografía de la lengua española, libro en el cual se basa la organización de este recurso y del que se extrae buena parte de la información expuesta. Tenga en mente que utilizar las mayúsculas apropiadamente depende tanto del conocimiento sobre sus usos como de las decisiones que usted tome como escritor según la intención comunicativa de sus textos.

8. Notas aclaratorias

  1. Para conocer con mayor profundidad el proceso de evolución de la escritura en lo que respecta al uso de mayúsculas y minúsculas se sugiere consultar la Ortografía de la lengua española (2009, pp. 442-445).
  2. Un sustantivo es el nombre que designa diferentes elementos animados o inanimados (personas, animales, lugares, emociones, instituciones, obras de creación, acontecimientos, periodos de tiempo, etc.).
  3. Los adjetivos son palabras que expresan cualidades o propiedades de los sustantivos. Así, por ejemplo, al sustantivo libro puede añadírsele el adjetivo complejo para expresar una cualidad sobre él.
  4. Hay muchos otros usos muy interesantes e incluso especializados (para escribir, por ejemplo, los símbolos de unidades en medida o los nombres de las plantas en latín) que usted podrá consultar con más detalle en la Ortografía de la lengua española (2010, pp. 466-509).
  5. Observe que, en esta situación, los nombres de los participantes de la conversación parecen estar escritos en mayúscula. Sin embargo, en realidad están escritos en versalita (una variante estilística de las minúsculas). Esto suele ser común en la escritura de los diálogos, especialmente en obras teatrales. Entonces, el hecho de que los nombres de Susana y Manuel aparezcan escritos de este modo, no quiere decir que se esté haciendo algún uso especial de las mayúsculas.

9. Bibliografía

  • Gómez, L. (2009). Ortografía práctica del español. Espasa Calpe.
  • Real Academia Española. (s.f.). Diccionario panhispánico de dudas [en línea]. www.rae.es/dpd
  • Real Academia Española. (2010). Ortografía de la lengua español. Espasa Libros.
  • Real Academia Española. (s.f.). Diccionario de la lengua española [en línea]. http://www.rae.es/rae.html
  • Seco, M. (1986). Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española. Espasa Calpe.

Nota

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